Capítulo 41: Julieta, baja de tu balcón

Capítulo 40: Mensajes

Capítulo 39: Robarle un caramelo a un niño

¡SEMDNTDB ya está en Bloglovin'!

Bueno, lectores. Siento que este post no sea un nuevo capítulo pero se trata de una idea interesante que me ha propuesto una de las seguidoras de SEMDNTDB en Tuenti.


Se trata de añadir el blog a la plataforma Bloglovin' para facilitar a todos su seguimiento.


Para quienes no lo conozcáis, Bloglovin' es una página web que te permite seguir múltiples blogs. Te avisa de sus actualizaciones y es muy fácil de usar ya que te permite añadir un icono a la barra de herramientas de tu navegador de internet que te avisa de los post nuevos que todavía no has leído.


Así que esta iniciativa va dirigida a todos vosotros, lectores de este blog, que no contáis con una cuenta en blogger o que sí que la tenéis pero se os hace más sencillo seguirlo de este modo.


Si ya estás en Bloglovin' simplemente puedes hacer clic en el wildget que encontrarás en la barra lateral del blog o haciendo clic en este enlace y serás dirigido a la página de "Si el mundo dice negro, tú di blanco" en Bloglovin'. 

Además, la web cuenta con aplicaciones disponibles tanto para Android como para iPhone lo que os permitirá tenerlo siempre a mano. Espero que os guste la idea y sobretodo que os sea de utilidad. Atentamente, una servidora.




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Capítulo 38: Otras vidas, otros tiempos, el mismo odio

Portada

Como ya habéis podido comprobar ando bastante escasa de tiempo últimamente (culpa de los exámenes). Así que ya que no os puedo traer un capítulo nuevo os traigo estas imágenes. ¡Espero que os gusten!

P.D.: Sí, el capítulo 38 sigue en "fabricación" pero puedo adelantaros un dato: al principio puede que no lo entendáis, puede que os sorprenda, etc. pero acabaréis descubriendo el sentido de todo lo que os contaré sobre Bregamo, tranquilos.

Portada

Contraportada

Vista completa

Capítulo 37: Recuerdos y presente

Capítulo 36: Pasado

Capítulo 35: Por los pelos

Capítulo 34: Apuesta

Capítulo 33: ¡Bú!

Capítulo 32: Botas de cemento

Capítulo 31: Ruleta rusa

Capítulo 30: Te lo contaría pero...

Capítulo 29: Debí olvidarte hace mucho

Capítulo 28: Por tu vida, dime que te acuerdas

Capítulo 27: Esto no es un simulacro

Capítulo 26: GIS*

Capítulo 25: Amigas

Capítulo 24: Recuerdos del pasado

Capítulo 23: Cuba libre

Capítulo 22: For the heart I once had

Capítulo 21: Meadows of Heaven

Capítulo 20: Gino

Capítulo 19: Odio

Capítulo 18: Puerto Canzone di Sirena

Capítulo 17: El canto de la sirena.

Capítulo 16: Hasta el más fuerte cae

Capítulo 15: Señorita

Capítulo 14: Hello

Capítulo 13: Cuando la vida te golpea en la cara

Capítulo 12: Boom

Capítulo 11: Cuenta regresiva... 0

Capítulo 10: Cuenta regresiva... 1

Capítulo 9: Cuenta regresiva... 2

Capítulo 8: Cuenta regresiva... 3

Capítulo 7: Cuenta regresiva... 4

Capítulo 6: Cuenta regresiva...5

Capítulo 5: Cuenta regresiva...6

Capítulo 4: Cuenta regresiva...7

Capítulo 3: Cuenta regresiva...8

Capítulo 2: Cuenta regresiva...9

Capítulo 1: Cuenta regresiva...10

Prefacio

Boom.

El estruendo de una explosión congeló por unos segundos la sangre en mis venas hasta que agitada por el temblor del suelo y dirigida por mi corazón desbocado volvió a fluir al ritmo de las alas de un colibrí.

Ya no importaba que él estuviera allí ni los motivos que me habían llevado a aquel lugar. Lo único que parecía lo bastante grande como para importar era ese mal presentimiento que se había instaurado mi mente y que había sido como una patada en la boca del estómago.

Mis pies me condujeron lo más rápido que eran capaces sobre aquellos tacones hasta el gran salón donde niños histéricos, jóvenes nerviosos y adultos en estado de máxima alerta aún se preguntaban qué estaba pasando. Alguien tiró de mí sacándome de entre la multitud. Claudio, uno de los hombres de confianza de mi padre.

- Sea lo que sea lo que haya pasado, señorita, será mejor que la saque de aquí.

Me disponía a rechistar cuando vi que nos reuníamos con el resto de la familia que había asistido a aquella fiesta y a los hombres que mi padre había traído consigo.

- ¿Dónde están mi padre y mi hermana? – Pregunté alarmada al no reconocerlos entre el grupo.

Se hizo un silencio tenso entre los presentes que solo se atrevió a romper Marco y los pedazos en que lo rompió cayeron como cristales de hielo sobre todos nosotros.

- Nadie los has visto desde antes de la explosión… o lo que coño haya sido esa cosa. Cat quería marcharse y nuestro padre la siguió para intentar convencerla.

Podía leer la preocupación en los ojos de mi hermano, mejor de lo que nadie más podría. Con un breve asentimiento ambos nos apresuramos en una carrera angustiosa hacia el parking del hotel donde sabíamos que encontraríamos o el alivio o la confirmación de nuestras dudas ignorando las voces que nos pedían esperar. Intentando ser más rápidos que los pasos que venían en nuestra persecución.